La migraña es una cefalea neurovascular que se caracteriza por fuertes dolores de cabeza que pueden llegar a ser invalidantes. Esta patología puede asociarse a náuseas, vómitos e hipersensibilidad a sonidos, luces u olores.
Además, uno de cada tres pacientes con migraña, padecen diferentes síntomas neurológicos al mismo tiempo que se tiene lugar el episodio de la migraña. Es la conocida como aura migrañosa.
La migraña afecta en torno a un 15% de la población en los países desarrollados, sobretodo en edades jóvenes. Su prevalencia es tres veces mayor en las mujeres.
Migraña e Ictus
Tradicionalmente, la migraña se ha considerado como un trastorno agudo que puede llegar a ser invalidante, pero sin consecuencias a largo plazo.
En los últimos años, se ha detectado una alta prevalencia de la migraña entre la población joven con ictus. Además, la disfunción arterial y los cambios en el flujo sanguíneo cerebral durante los ataques, así como el estado protrombótico asociado a la migraña y la presencia de lesiones cerebrales silentes entre las personas que sufren migraña, hacen que actualmente se crea que existe relación entre la migraña y las enfermedades o accidentes vasculares.
Se trata de una relación compleja, en la que se considera la migraña como un factor de riesgo vascular. Podemos hablar de la migraña como una causa directa de ictus o como una consecuencia del mismo. Además, existe la posibilidad que la migraña y el ictus tengan causas comunes.
Avanzar en el estudio de los factores de riesgo del ictus
Está claro que las enfermedades cerebrovasculares son la principal causa de invalidez y la segunda causa de mortalidad en los países desarrollados.
La migraña es un factor de riesgo en enfermedades vasculares. Además, existen otros factores de riesgo vascular, como anticonceptivos orales o tabaquismo. El estudio y la vigilancia de todos ellos es necesario para reducir riesgos y optimizar su manejo y tratamiento.
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