La recuperación de una operación de tumor cerebral no es una tarea fácil. Por ello, si vamos a someternos a este tipo de cirugía nos interesará saber cómo nos sentiremos después del quirófano.
Despertarse después de la operación
La mayoría de las personas se despiertan unas horas después de la cirugía cerebral. Sin embargo, en ocasiones, el cirujano puede decidir mantener dormido al paciente durante unos días con el fin de facilitar la recuperación mediante el uso de sedantes.
Mientras dormimos, la respiración tiene lugar con una máquina llamada ventilador, algo que puede resultar impactante para las visitas.
Una vez despiertos, es probable que nos sintamos adormecidos o con ganas de seguir durmiendo. Esto es totalmente natural y ocurre debido a los anestésicos y analgésicos. Incluso, podemos apreciar que la cabeza o la cara están hinchadas. No hay motivo para preocuparse, ya que irá remitiendo con el tiempo.
Además, nos levantaremos con dos vendajes: uno sobre la herida y otro alrededor de la cabeza, este último permanecerá durante aproximadamente 5 días.
Después de despertarnos por primera vez, por lo general se realizan revisiones cada 15 minutos. Mediante observaciones neurológicas se verifica el grado de alerta en el que nos hallamos.
La unidad de cuidados intensivos
Después de la cirugía vamos a la sala de recuperación o a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Ahí los médicos y enfermeras nos cuidarán y vigilarán de cerca nuestro progreso. Estas unidades suelen estar bastante ocupadas y eso hace que a menudo resulten ruidosas.
Primeras semanas
Los puntos o pinzas quirúrgicas que nos han colocado para cerrar la herida pueden ser retirados a los 5-14 días de la cirugía. Algunos cirujanos utilizan puntos que se disuelven lentamente por sí mismos, por lo que no es necesario que se retiren.
Si nos afeitamos la cabeza previamente a la operación no hay de qué preocuparse, porque el cabello volverá a crecer. La velocidad a la que crece va en función de la persona. También podemos encontrarnos con una sensación de escozor en la cabeza. Por tanto, debemos procurar no rascarnos demasiado cerca de la herida.
Cuando la operación se realiza entre el ojo y la línea del cabello, nuestra mandíbula puede encontrarse rígida e incluso producirnos dolor. Esto puede durar unos días o semanas después de la cirugía. Esto se debe a que el cirujano tuvo que mover o cortar los músculos de la mandíbula. Realizar movimientos para masticar puede ayudarnos a aliviar este malestar.
Comer y beber
Cuando estemos completamente despiertos, la enfermera nos dará unos sorbos de agua. Nos observará para asegurarse de que no tenemos problemas para tragar.
Una vez podamos manejar los sorbos de agua sin tener molestias, nos extraerán la sonda nasogástrica en caso de tenerla. De forma gradual, podremos volver a comer con normalidad en pocos días.
Deporte
La cirugía cerebral es una operación difícil que exige descanso. Durante los primeros días, deberemos evitar realizar esfuerzos físicos, puesto que puede aumentar la presión dentro del cráneo.
Las enfermeras nos ayudarán a mover los brazos y las piernas mientras permanezcamos encamados. También deberán movernos suavemente de lado a lado de forma regular para mantener nuestros músculos activos y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
El equipo nos ayudará a levantarnos de la cama y a comenzar a movernos tan pronto como sea seguro. Movernos nos ayudará a recuperarnos más rápido y reducirá el riesgo de coágulos de sangre en las piernas.
Desde Clínicas Neural buscamos que nuestros pacientes estén informados sobre las técnicas a las que van a ser sometidos y sobre cómo va a desenvolverse el postoperatorio. Por ello, recomendamos consultarnos si se nos presentan dudas acerca de la recuperación de la operación de tumor cerebral.