El ictus es un accidente cerebrovascular, un trastorno de la circulación cerebral que sucede súbitamente. Puede ser consecuencia de la interrupción de flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral) o la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral).
Cuando se produce un ictus, sus signos y síntomas aparecen de manera inmediata. Rápidamente, muchas células nerviosas del cerebro se resentirán debido a la falta de oxígeno y nutrientes. Esta carencia será el inicio de una muerte neuronal en la región del cerebro afectada.
Por esto, es fundamental que aprendamos a identificar sus primeras señales y acudir rápidamente a un centro sanitario.
Aprendiendo a identificar un ictus: señales de alarma
Existen numerosas señales de alerta por la que podemos identificar un posible caso de ictus. Entre ellas, estas son las principales:
- Entumecimiento y problemas de movimiento, con dificultades para mover determinadas partes del cuerpo, acompañadas de una sensación de hormigueo y de falta de sensibilidad.
- La perdida de la fuerza en la cara puede provocar que la boca quede torcida.
- Problemas repentinos de lenguaje, se produce una alteración en el habla que hace difícil expresarse, articular palabras o ser entendidos.
- Pérdida repentina de visión, parcial o total, en un ojo o en ambos.
Alteraciones en el resto de los sentidos, como notar sensaciones extrañas del tacto. - Problemas de memoria y desorientación, puede producir una sensación de confusión.
- Pérdida de la noción del tiempo que puede producir una lipotimia.
- Dificultades para coordinar movimientos, dificultad para andar o mantener el equilibrio.
Es importante que si detectamos algunos de estos síntomas, acudamos inmediatamente a un centro sanitario. Los primeros instantes tras un ictus son fundamentales para estabilizar al paciente y minimizar el daño que pueda producirse en el cerebro
Activación del Código Ictus
Una vez en el Centro de Salud correspondiente, el personal deberá valorar al paciente y si se confirma el diagnóstico, activar de inmediato el ‘Codigo Ictus’.
Para activarse este protocolo, el paciente debe presentar un deficit neurológico focal agudo y no haber pasado más de seis horas desde los primeros síntomas. Puede activarse también si es un ictus del despertar (cuando el paciente nota los síntomas al despertarse). Además es necesario que el paciente no padezca una demencia conocida o enfermedad terminal.
Fases del Código Ictus
Cuando se recibe una llamada de alerta de asistencia sanitaria, se recopilaran diferentes datos del paciente. Se le preguntará sobre diferentes señales de alerta para comprobar si se trata de un ictus. En el caso que se detecte, se considerará como prioridad de emergencia.
Si el paciente ya ha sido visto por sanitarios de atención primaria, estos deberán contactar con las emergencias hospitalarias y avisar.
Tras esta primera llamada, se procede a confirmar y activar el código ictus.
Una vez activado, se organizará el traslado del paciente en el medio de trasporte más rápido y adecuado. El tiempo es fundamental. Se avisará al centro sanitario de la hora de llegada. Además los familiares estarán avisados e informados en todo momento.
En el Centro correspondiente estará todo preparado, garantizándose el acceso a las terapias, tanto farmacológicas como mecánicas.
La coordinación es vital para que el tiempo que pase sea el mínimo. Cada segundo que pasa es importante para el paciente.
Recuerda, el ‘Código ictus’ se activa cuando un profesional médico detecta un posible caso. Para que este profesional sea informado, es necesario que conozcamos sus síntomas para poder detectarlo inmediatamente.
En Clínicas Neural podemos ayudarte.